CON EL PATROCINIO DEL DEPARTAMENTO DE DESARROLLO LOCAL DEL AYUNTAMIENTO DE MEDINA DEL CAMPO
ESCUELA WALDORF DE VALLADOLID, HABLAMOS CON THURIT AMRBRUSTER, LA FINDADORA DE "EL PUENTE AZUL" WWW.WALDORFVALLADOLID.ES
“La importancia del contacto con la Naturaleza es esencial. La Naturaleza en sí educa. Es importante la vivencia de los procesos (lo que la Naturaleza ofrece en cada estación); que los niños vean que los árboles han florecido; estar en el huerto; recoger los higos; hacer la mermelada. Vivir el proceso es importante para el ser humano”
Entrevista a THURIT AMRBRUSTER, fundadora y directora de “El Puente Azul”, la escuela Waldorf de Valladolid
Thurit Amrbruster, a la izquierda, fundadora de "El Puente Azul" en Valladolid
Cruzar el umbral del chalet que sirve de escenario a la escuela Waldorf de Valladolid en el corazón del Camino Viejo de Simancas es adentrarse, en un solo segundo y como por arte de magia, en un bosque encantado de los países nórdicos. "Evocar" es lo que Thurit Amrbruster Born junto a todo el equipo de “El Puente Azul” ha conseguido. Esta mujer especial y determinada, de ascendencia alemana y madre de dos hijos, quien ha sentido desde siempre un amor por Valladolid, tuvo en su momento una visión, la de sugerir en los niños su verdadera esencia. Su misión en la vida, su mission statement, es sugerir en los niños su verdadera esencia; acompañarles, guiarles y darles luz en su crecimiento anímico, y dotarles de un criterio que les sirva para su vida posterior.
En el jardín hay tierra, juguetes inacabados, árboles frutales, un huerto, una higuera... parece que un duende va a salir por las ventanas de paredes de colores. En el interior huele a rosas frescas, como si estuviéramos en la casita de los Siete Enanitos. Muros orgánicos; vigas gruesas de madera en los techos; luz a raudales y grandes ventanales desde los que se ve el jardín; pinturas suaves y juguetes naturales; una mesa y sillas a juego de madera pintadas de verde con dibujos de flores; una vela encendida en un bote de cristal pintado a mano; una estantería de madera en la que cuelga una planta. Desde el despacho se ve un tejado y una pared azul; hadas Waldorf enganchadas a las lámparas; hadas hechas de fieltro y algodón orgánico, que traen cuentos de tiempos ancestrales e inmemoriales. El ambiente es tan cálido y acogedor que uno no se quiere ir. Hablamos con Thurit y ella nos los explica todo.
1.- ¿Cómo surge "El Puente Azul"? ¿Qué motiva a sus fundadores a iniciar un proyecto de educación basado en la pedagogía Waldorf? ¿Y por qué en Valladolid?
"El Puente Azul" ve la luz en el año 2.008. Los principios se labran de una manera bastante altruista. Cuando era niña, recuerdo las estaciones del año y las épocas del Adviento o de la Pascua con la calidez de la infancia. Mis abuelos fundaron ya en Madrid una escuela Waldorf. Estudié magisterio. Un verano fui a hacer prácticas a Alemania, también a una escuela Waldorf, y entonces, me di cuenta de que fundar una escuela Waldorf en Valladolid, esta tierra por la que siento tanto amor, era una misión en mi vida. Aunque los inicios son duros, yo creo en una pedagogía que cree en el ser esencial del niño. Y en el año 2.010 encontramos esta casa, de muros "orgánicos"... parece que nos estaban esperando, ¡Sí! Y, entonces, empiezan a llegar más niños, y empezamos a pensar en abrir una primaria. En septiembre del 2013 abrimos la primaria, ya homologada. Ahora somos un centro de infantil y primaria homologado. Y en curso están otros proyectos.
2.- Thurit, vivimos en sociedades occidentales desacralizadas; muchos lo han señalado: Jerry Mander, en su libro "En ausencia de lo sagrado", por ejemplo; y Rudolf Steiner, el fundador del movimiento antroposófico, que, en 1.919, abrió en Stuttgart (Alemania) la primera escuela Waldorf. ¿Nos pueden hablar un poco de esto?
Para nosotros, el principio de contemplar al ser humano en su dimensión y esencia trascendental y espiritual preside nuestro modo de actuar; de hecho, los profesores de la escuela miran a los niños desde esta perspectiva. En las aulas trabajamos valores profundos como la veneración, la escucha verdadera, y la observación silenciosa, que va más allá de lo simplemente material, y esto lo trabajan los maestros de forma individual y también en los claustros.
3.- En función de un entendimiento integral (espiritual, anímico y material) de la realidad se lleva a cabo la educación, ¿Cómo es un día en "El Puente Azul"?
Los días comienzan con un encuentro entre maestros y niños. Lo que fortalece es el vínculo, que es lo que educa. Se trabaja cuidando el ritmo como portador de salud. En infantil, el mensaje es que "el mundo es bueno" y en primaria, "el mundo es bello". Cuando llegan aquí, se quitan los zapatos y se ponen los de estar en la escuela. Los espacios que hemos creado tienen una calidez anímica, lo que también conforma y educa. Es importante el juego libre y que los niños puedan imitar de forma verdadera, ya que así surge la voluntad. En infantil, todos los días se cuenta un cuento; se trabaja y se fomenta la escucha, la empatía, la resolución de conflictos, el liderazgo, y la capacidad creativa. Los juguetes que tenemos son sencillos, inacabados y naturales, ya que así se fomenta la creatividad. Por ejemplo, con dos tochos de madera, cada niño crea algo diferente; uno los convierte en dos patines y otro en una mesa y una silla.
4.- "El Puente Azul" cuenta con un Jardín de Infancia y una Escuela de Primaria. ¿Qué edades comprende? ¿Qué se hace en uno y en otro?
Hay un grupo de maternal, que va de 1 a 3 años; otro de infantil, de 3 a 6 años, y se mezclan a los niños por edades para fomentar la colaboración y no la competencia. Puedes ver a un niño mayor ayudar a poner el abrigo a otro más pequeño. Los niños pequeños siempre quieren emular a los mayores, sobretodo en esa edad; un niño de 3 años ve a otro de 6 como muy mayor. Luego hay primero y segundo de primaria.
5.- ¿Con qué instalaciones cuenta "El Puente Azul" que lo definen como una escuela Waldorf frente a una escuela convencional? Y, ¿cómo influyen en los niños positivamente respecto del crecimiento, evolución, felicidad y ganas de descubrir nuevas realidades?
Un centro de Waldorf da importancia al cuidado físico de sus espacios. Cuando das belleza a un espacio y lo mimas, este mismo hecho conforma los órganos internos del niño, es decir, da forma. Crear ambientes bellos es esencial en el desarrollo del niño, ya que hasta los 7 años es un ser sensorio y todo su cuerpo es como una antena que percibe todo; tu ánimo, tu disposición y tu ser. Aunque antes las relaciones entre hijos y padres eran más frías, los niños no estaban en el mundo de los adultos. Ahora ven mucha tele, han perdido la inocencia, y flota en el ambiente una gran irreverencia. Un niño necesita el límite. Hay que educar en la forma de valorar y en hacer honor a las cosas y a los demás. Yo misma he aprendido de otros que han sido mis guías y maestros, de quienes he recibido sus enseñanzas, y, por ello, les valoro y rindo honor. Tiene que haber una aspiración del ser humano de ser mejor de lo que era antes. "Mantener una luz encendida".
6.- Con una educación así, se predispone al niño a investigar, crear, y acercarse a entornos de sabiduría y conocimiento. ¿Qué riesgos hay de que caigan en entornos no deseados? Y, ¿cómo influye en la auto-estima del niño?
En realidad, se educa en casa y los valores vienen de casa, y luego la escuela aporta, enriquece, acompaña y transmite esos valores sociales. Se intenta que estos niños tengan un criterio bastante formado, pero esto no les va a evitar conflictos, situaciones dolorosas, y, a veces, entrar en pozos oscuros. Algo que les tratamos de transmitir es que no se comparen unos con otros, sino que sean capaces de ver las cualidades del otro y las suyas propias. Ellos tienen que experimentar, de igual manera, para encontrar el camino que tienen que seguir. Si un adolescente empieza a fumar y al padre o la madre ese hecho le desagrada, entiendo que ha de manifestar su desacuerdo, y a la vez, permitir la libertad interior de ser, es decir, encontrar un equilibrio en ello. En realidad, hay un compendio entre lo de casa y la escuela. Si un maestro te pone el título de "vago", tú vas a responder a esa expectativa y cumples ese rol que te ha asignado.
7.- Los niños que destacan por su sensibilidad, creatividad, inteligencia, al que se suele unir un encanto físico, suelen sufrir, en la infancia o en la adolescencia, bullying o acoso. Para muchos padres, esto es una fuente de preocupación. En una escuela Waldorf, ¿cómo se protege a los niños? Y, ¿qué instrumentos y herramientas se les ofrece para que ellos mismos se sepan defender y proteger?
Hay niños con falta de límites y se pueden producir cuadros de abusos porque buscan el límite aquí y allá. Como maestro, hay que observar al niño acosado; hay que ver de dónde viene el hecho de que no sepa poner límites al acosador, y hay que ver qué pasa en su familia, ya que se repiten los patrones familiares. Al niño que es acosado hay que fortalecerle su asertividad ante la vida, de manera que cuando tenga que decir no, que sea no; que encuentre la posibilidad interior de responder a sus verdaderas necesidades, y que se quede tan tranquilo. El acosador, en el fondo, es una víctima, y hay que observar su cuadro familiar. Hay que trabajar con dinámicas de teatro. En primaria se dan papeles en función de los caracteres. El que es muy líder, a lo mejor debería trabajar la sumisión o el papel de pobre o de sumiso, y el más tímido o rezagado, cultivar y tener el papel del rey.
8.- "El Puente Azul" tiene un jardín donde los niños pueden jugar. ¿Nos puede hablar de la importancia que tiene para la pedagogía Waldorf el hecho de que los niños puedan estar en contacto con la Naturaleza; en lugares amplios y espacios abiertos e iluminados, donde hay sol y ellos pueden tocar con sus manos la tierra? ¿Qué importancia tiene jugar, jugar y jugar?
La importancia del contacto con la Naturaleza es esencial. La Naturaleza en sí educa. Es importante la vivencia de los procesos (lo que la Naturaleza ofrece en cada estación); que los niños vean que los árboles han florecido; estar en el huerto; recoger los higos; hacer la mermelada. Vivir el proceso es importante para el ser humano. Y, para el niño, vivir procesos les ayuda a tener pensamientos coherentes y ordenados. El contacto con la tierra nos conecta con lo que somos... porque somos tierra. El hecho de plantar lechugas favorecen las actitudes de veneración y la capacidad deasombrarse de los milagros que produce la Naturaleza.
9.- Ralph Waldo Emerson en su ensayo sobre "La Confianza en uno Mismo" termina afirmando que: "A pesar del hecho de que el mundo está lleno de cosas buenas, el hombre no logrará nada hasta tanto siembre y cuide la tierra que le fue entregada. Las fuerzas ocultas que están dentro de él son nuevas al mundo y él no conoce el alcance de sus facultades hasta que lo intenta". "El Puente Azul" cuenta, además, con un huerto. ¿Cómo entiende "El Puente Azul" el hecho de que los niños cultiven la tierra con sus propias manos? Y, ¿cómo va a repercutir en su posterior educación, ganas de evolucionar espiritualmente, y en su auto-estima? ¿Qué hacen a lo largo de las estaciones del año los niños en el huerto? ¿Se hacen cosas todos los días en el huerto?
Los niños recogen los frutos de la higuera; las almendras en octubre, es decir, viven los procesos de la Naturaleza de una forma ligada al quehacer dentro del aula, como parte del aprendizaje, tanto en infantil como en primaria. Plantamos plantas aromáticas y los niños observan cómo lo hacen los mayores, que les enseñan cómo se plantan los tomates y las lechugas. También hacemos un aula de la Naturaleza en la que recogen almendras, membrillos, o cascan nueces. En este sentido, la educación convencional está muerta, y ofrece resistencias a ser cambiada. La escuela tiene que ser un lugar vivificante y regenerativo, y el maestro tiene que trabajar con los niños de hoy. Durante el primer año, el hilo conductor es a través de los cuentos de hadas; otras veces se cuentan vidas de aquéllos que cambiaron la Historia, por ejemplo, San Francisco; después, historias del Antiguo Testamento; luego Grecia, Roma. Les estás dando alimento anímico. También tejen y hacen punto, y luego ganchillo. A los 9 años, el niño ya se siente como un individuo de la Tierra, y separado de esa esfera celeste. Y para que esa soledad no le desplome, aprende a cultivar la tierra, a construir los diferentes tipos de casas que hay en el mundo; tejen un gorro que simboliza la protección. El currículum vitae de Waldorf trata de alimentar el momento evolutivo en el que el niño se encuentra. Lo que el método Waldorf pretende es que los niños desarrollen su propio criterio y emerjan sus capacidades. Cuando cultivas la tierra con tus manos, tu auto-estima sube y formas parte de procesos en los que te reconoces.
10.- En el "Puente Azul" los niños amasan el pan, y la comida es ecológica. ¿Cómo entiende "El Puente Azul" la repercusión que tiene la alimentación en la evolución del niño para crecer espiritualmente; despertar curiosidad por aprender, e interrelacionarse de un modo sano con otros y con el entorno?
La alimentación influye y educa; da y abre conciencia, y no sólo a nivel físico y fisiológico.
11.- Música, pintura y artes en "El Puente Azul". Se dice que la música es la manifestación del espíritu que directamente llega al corazón; la música incide en recovecos del alma y conmueve. "Hay música en el universo, que es gloria infinita y hay que evocarla". "Evocar en el interior del niño" sería la frase clave en la pedagogía Waldorf. ¿Nos pueden hablar de todo ello?
La música está presente siempre; la musicalidad; los ritmos; las palabras. En el jardín de infancia muchas tareas se hacen cantando, y a partir de Primaria empieza el aprendizaje formal con clases de música donde el niño empieza a aprender con la flauta pentatónica. La Euritmia es una disciplina artística que combina la música, la palabra y el movimiento.