María José Celemín, el pasado 27 de abril, ofreció en EsRadio Valladolid, con Fernando Puga al frente, una perspectiva desconocida acerca de Teresa de Ávila y de todas aquellas mujeres que, como ella, se ven movidas por el instinto de "Afrodita", desde la perspectiva de los arquetipos femeninos griegos.
La comunicación "Santa Teresa a la luz de los arquetipos femeninos griegos: Afrodita y Hestia. Una Nueva Mirada" fue presentada por María José Celemín en el marco del Congreso Mundial Teresiano en Ávila, con motivo del V Centenario del nacimiento de la Santa.
La comunicación presentada por María José Celemín tuvo una gran acogida entre los asistentes, y levantó especial entusiasmo entre el público femenino. Y fue calificada como "exótica y atrevida". No en vano, María José Celemín supo, con rigor, método ciéntifico y, a la vez de un modo apasionado, romper con la tradicional visión patriarcal de Teresa como una mística, para presentar a una Teresa muy femenina, sexual, cautivadora, "la amante de las risas" de Homero, esa "actriz de Hollywood" con "ese algo", ese no sé qué donde reside el encanto.
Las mujeres del tipo Afrodita, como Teresa de Ávila, están regidas por el amor y el disfrute, y se enamoran con frecuencia y facilidad. Tienen una capacidad alquímica y de transformación en las personas que conocen y las gusta degustar a la gente, como si degustaran un buen vino.
A lo largo de la Historia, las mujeres del tipo "Afrodita" han sido "ésas mujeres especiales" que tenían una conexión singular para que los sueños de los hombres se cumpliesen; les han alimentado sus esperanzas y les han proporcionado un santuario para que ellos creyeran que su objetivo sería una realidad.
Debido a esa capacidad de alquimia, la mujer "Afrodita" es una mujer de soporte, mentora. Allí donde hay una mujer "Afrodita" hay una mujer terapeuta, que ayuda y que sabe obtener los mejores dones de cada persona.
La mujer del tipo "Afrodita" tiene el llamado "efecto Pigmalión" sobre las personas.
Pigmalión, rey de Chipre, esculpió una estatua de marfil de la mujer ideal, y cuanto más la miraba, más se enamoraba de su propia creación. En un festival en honor a Afrodita, le rogó que le otorgase una esposa similar a su estatua. La respuesta a sus plegarias fue Galatea, con la cual se casó.
Mientras que Atenea, la diosa de la sabiduría y de las artes, quita vida, Afrodita la da.
Las mujeres "Afrodita" son "Portadoras de Visión" para los demás.
Teresa de Ávila fue "Portadora de Visión" para muchos de sus contemporáneos, y, sin embargo, ella no tuvo ningún "Portador de Visión".
Pero Su Mejor "Portador de Visión" fue su verdadero Amado, el Rey que estaba en el centro de su alma, en la Morada Central del Alma Humana, del Castillo Interior, Quien se la declaró en los Desposorios Espirituales y con Quien se casó en el Matrimonio Espiritual.
Teresa afirmó que: "Ningún hombre de carne y hueso podrá despertar mi admiración de forma suficiente para que yo me pueda rendir y enamorarme de él, porque, al fin de cuentas, será un pobre hombre", por eso eligió el fabuloso camino del descubrimiento interior, donde, al final, estaría el Rey, su Amado.
María José Celemín ha puesto música a este erotismo y viveza de Teresa de Ávila a través del recital "Un Recorrido por las Moradas - Teresa de Ávila".
La mujer "Afrodita" consituye una gran fuerza para el cambio y las mujeres que se ven movidas por el instinto de "Afrodita" se implican de forma intensa y apasionada en proyectos, con los que interactúan como si fuera "el otro". Un lienzo, de pintura, una composición musical. Teresa se implicó de "forma enamorada" y apasionada en la fundación de sus conventos y en la escritura de sus libros.
Urge, en una sociedad brutal, retrasada y analfabeta, rescatar a la mujer "Afrodita" de las profundidades en que el patriarcado la ha sumergido. El patriarcado actual considera a la mujer sexual, sexy, cautivadora, con potencial y creativa, como una "tentadora", como una "prostituta" con la que hay que acabar. Y en este destruir a la mujer "Afrodita", los psiquiatras, en la sociedad actual, juegan un papel crucial para ahogarlas.
Si mujeres del tipo "Afrodita" hubiesen sido las que hubiesen diseñado nuestros edificios, otra realidad veríamos al conducir por nuestras carreteras, y lejos de ver el caos urbanístico y la ruina, la hecatombe y el colapso total al que estamos asistiendo a todos los niveles, veríamos unas construcciones más adecuadas a la Madre Naturaleza.
Las mujeres "Afrodita" no saben que son "Afrodita" y conocen su verdadero valor, porque la cultura y los estereotipos del matrimonio y los hijos las confunde haciéndolas creer que, en la posición de "la Amante" son inapropiadas.