La violencia machista en Valladolid y en Castilla y León hunde sus raíces en el pensamiento único, que aniquila la creatividad, lo sensible, lo vulnerable, y los valores que se supone pertenecen al universo femenino. En SER Medina del Campo, con Noelia Romo
El abogado que ha dicho: "las mismas dificultades para una mujer que para un hombre". La violencia machista impregna la sociedad española y se manifiesta a cada segundo convirtiendo esta sociedad en un verdadero campo de minas
Siempre digo que la violencia del patriarcado proviene de un pensamiento práctico y racional, y está exento de inteligencia intuitiva y capacidad creadora. Sin lugar a duda, en Castilla y León, la Inquisición impuso un
pensamiento monolítico, que se ha ido superponiendo con la aristocracia y los caciques decimonónicos. Tenemos, además, un franquismo sociológico sin resolver, y todo esto hace que
España no sean los Estados Unidos, donde todo es posible, los sueños son alcanzables y hay una libertad de discurso a nivel privado, a través del que muchas posibilidades son imaginables.
En Valladolid, es fácil llamar a un abogado, como me pasó el otro día, para hacer una consulta y encontrarse con el lenguaje de alguien que no entiende que el otro también tiene derecho a vivir.
Se me ocurrió comentarle que iba a ofrecer una
conferencia en la que relataría cómo he construido este proyecto de Turismo Rural Sostenible y las dificultades con las que, como mujer, me había encontrado, y me espetó que "las mismas con las que se encuentran los hombres" y que "su madre y su hermana son empresarias y nunca las ha pasado nada".
¿Este abogado sabe que yo me he pasado escribiendo esta novela, "El Dios de las Praderas Verdes" cuatro años para
escribir el tema que faltaba en el temario del colegio, del instituto, de la universidad y del máster, y que era el más importante, a saber, "cómo derribar socialmente a una mujer creativa y brillante"? ¿Y para contarme la verdad entre todas las mentiras de esta sociedad, formada por gente como él?
¿Este abogado sabe que, durante todos estos años en los que he tenido que descubrir las mentiras que me han contado no he podido desarrollar mi talento empresarial ni creativo, ni generar ingresos?
¿Tendrá un mínimo de inteligencia suficiente este abogado para que yo le pueda hablar de
Teresa de Ávila como "Afrodita", o de tradiciones espirituales, o de interculturalidad, o de turismo sostenible, investigación académica y compromiso social? No, claro que no la tiene. Y de esta ausencia viene la envidia, la rabia y la violencia.
No es de extrañar que Valladolid siga en esta parálisis, con este desangramiento y esta continuada fuga de cerebros, esta estrechez mental, y este discurso pequeño, limitativo, cortísimo de miras y emprobrecedor.
¿Cuánto podría yo reclamar al Estado por haber sufrido la violencia, no sólo por el hecho de ser mujer, sino de ser una mujer con una mente brillante, con un genio creador, y, para colmo, atractiva?
Mientras que en otros países los talentos se miman y se desarrolla su potencial, en España se les envidia y reprime. Así, no es de extrañar que España nunca aparezca en las cabezas de lista de países prósperos y abundantes. Y que, permanecer aquí, para personas como nosotros, es, auténticamente, insoportable. La gravedad de todo esto es que nuestro país de origen, que nos hace sentir en cualquier sitio,
"menos en casa".
María José Celemín
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