"La propuesta más EXÓTICA Y ATREVIDA de la escritora MARÍA JOSÉ CELEMÍN sobre “Santa Teresa a la luz de los arquetipos femeninos griegos: Afrodita y Hestia”, han sido DE LAS MÁS RECONOCIDAS POR LOS ASISTENTES". Según fuentes del V Centenario.
María José Celemín, en la mañana del 23 de septiembre, ofreció una nueva perspectiva sobre la santa al presentarla como Afrodita, La Amante y la mujer que se enamora con frecuencia y facilidad, que es seductora, seduce y necesita ser seducida. "Teresa es guapa, muy guapa, es la misma seducción, hacía perder la cabeza, y todos quedan cautivos y presos de ella. El don de atraer y cautivar no la abandonará nunca". "Se abastecía de cremas y pinturas y tenía cuidados inusuales en una joven de su edad; se hacía ella misma el carmín para las mejillas, tenía cuidado de cabello y manos, extraía jugo de las plantas y aceites para afinarse la piel, y usaba perfumes de almizcle y bergamota". Teresa era una auténtica diosa de la belleza y del amor; un genuino ejemplar de la diosa Afrodita; Teresa era esa "amante de las risas" que describe Homero y que rebosaba ese encanto irresistible; ese atractivo sexual que hacía "subir el voltaje" por donde iba y cargar el campo de un magnetismo erótico a través del que se toma la conciencia de lo sexual. Tenía "eso", ese encanto que tienen las actrices de Hollywood; auténtico carisma personal, que es uno de los motivos por los que desata en el día de hoy la curiosidad de todos, con esta amplia repercusión mediática. Como Afrodita, diosa de la alquimia y con capacidad transformadora, cambió la vida de todos aquéllos a los que conoció, y aún sigue cambiando, a través del espíritu de su obra, a millones y millones de seres humanos. Como Afrodita, fuerza para el cambio que atrae, une, incuba, fertiliza y cea nueva vida, y mujer que se implica apasionadamente en proyectos, fundó los conventos.
En Santa Teresa rige internamente, además, el arquetipo de la diosa del Olimpo griego Hestia. Como Hestia, diosa del fuego y presencia que se siente de forma espiritual en la llama viva, Teresa es la diosa mantenedora del hogar. Este arquetipo florece en comunidades religiosas y este tipo de mujeres se concentra en su experiencia subjetiva interna, de forma que, cuando meditan, están absortas. Hestia fue la hermana mayor de dioses griegos de primera generación y tía soltera de la segunda, y juró permanecer virgen cuando Apolo y Poseisón trataron de seducirla. Es, por tanto, un familiar mayor respetado. Como "sabia anciana", las mujeres en las que rige este arquetipo son mujeres "desapegadas" de las circunstancias y el caos externo. Lo importante para ellas es el Ser y no el ego. Esto lo demostró Teresa en todas las ocasiones de su vida, con esa cualidad de totalidad e integridad, con una sensatez y equilibrio imperturbable. "Cosa que suceda no me puede turbar". Cuando el padre Yanguas le ordenó tirar el manuscrito de los "Conceptos del Amor de Dios" al fuego, ella lo tiró sin rechistar y sin que se la moviera un músculo de la cara. Aquí es donde demuestra que no tiene amor propio de escritor, sino que lo que la importa es obedecer. En las persecuciones, en los peores momentos permaneció con su calma y dignidad habituales, exhortando a los suyos a acudir a la oración y a la ayuda de Dios, más que a los socorros humanos.
TERESA, LA AMANTE QUE BUSCA AL HOMBRE QUE, DE VERDAD, DESPIERTE SU ADMIRACIÓN
Pero Teresa es, ante todo, esa mujer apasionada que necesita enamorarse del otro, pero enamorarse de verdad, como cuando uno está enamorado. Descarta el matrimonio y se pregunta "¿Cómo va a despertar su admiración un hombre de carne y hueso a quien tiene que someterse como dueño y señor, cuando, finalmente, ese hombre es un pobre hombre?" Entonces, es cuando Teresa, al decidir hacerse monja (no muy convencida porque piensa que tiene que renunciar a su carisma personal, que tanto éxito social la reporta), comienza el camino en busca de su Amado. Y es Hestia, la sabia anciana, quien la va alumbrando en el camino para que Teresa-Afrodita enamorada encuentre al Amado. Hestia le pone en el camino a María de Briceño, a su tío Pedro de Cepeda, quien le da el "Tercer Abecedario" de Osuna que habla de la oración mental, y empieza a hacer oración de quietud y el Amado le empieza a enviar los primeros regalos. Y Hestia le sigue recomendando oración y le pone el Cristo llagado y Teresa se arroja a Él y le pide que la ayude a corresponderle y a llevar la cruz. Y entonces, el Amado, le sigue enviando regalos; la quietud, los arrobamientos. Y Teresa-Afrodita se va enamorando más y más, y empieza a sólo querer contentarle a Él. Y Hestia, la sabia anciana, le recomienda que siga haciendo oración y que siga "tirando al caldero al pozo, aunque, de momento, no salga agua, para cuando salga". Y Teresa-Afrodita, ya enamorada, como cuando una mujer está enamorada de un hombre y es capaz de hacer por él lo que sea, empieza a decir: "Fatígase de los tiempos en que miró los puntos de honra, o codició las cosas del mundo, la vanagloria, el señorío o los dineros, que, si con este bien que me envía el Señor, con ellos, yo pudiera comprarlo, los apreciaría". el Señor va modelando a Teresa para que sea la Esposa, la va haciendo mujer de oración, desasida del mundo, humilde y flexible. Y, entonces, llega los desposorios y el matrimonio espiritual. "Cuando le vi, entendí tan cierto que era el Señor, aunque no veía rostro, pero sabía que era Él. Y tenían tanta fuerza esas palabras que no lo podía dudar. Y quedaba alegre, en tan buena compañía". "Se representa el Señor en forma de gran resplandor, con gran hermosura y majestad". ¿Cómo no se va a enamorar Teresa de alguien tan sumamente bello? ¿Cuál es el sueño de cualquier mujer sino ser seducida por un "Hombre" así? ¿Robert Redford? ¿Al Pacino? Teresa confiesa que es de tan gran belleza la Sacratísima Humanidad de Jesucristo que, aunque uno trate de imaginar esa belleza en mil años y trabaje y se esfuerce para ello, no lo va a conseguir. ¿Y un Señor que le dé tanto placer como Dios? "La mete en su morada. El Señor junta al alma consigo y queda el alma ciega y muda, porque el gran deleite que siente el alma es verse cerca de Dios". "Y en esta esta morada el alma está en quietud casi siempre, y no osará el demonio entrar y no le dejará entrar el Señor". "Y el alma y el Señor se gozan en grandísimo silencio".
TERESA DE ÁVILA, PORTADORA DE VISIÓN
DIOS, EL SEÑOR, SU AMADO, SU PORTADOR DE VISIÓN
MENSAJE PARA LAS MUJERES "AFRODITA"
Teresa transformó la vida de los que tuvo a su alrededor, con esa capacidad alquímica de Afrodita, sin embargo, ella no tuvo muchos portadores de visión que alimentaran su sueño y pusieran un santuario en el que ella alimentase sus esperanzas, como los hombres lo han tenido a lo largo de la historia; han tenido a su lado mujeres portadoras de visión, pero ellas no han tenido hombres portadores de de visión a lo largo de la historia. Lejos de eso, tuvo muchos "medio letrados espantadizos" que le dijeron que estaba endemoniada y le obligaron a "dar higas" al Señor.
Fue el Señor el único Portador de Visión para Teresa. Su verdadero mentor, consolador y soporte financiero. Fue el único que puso a disposición de Teresa un santuario en el que alimentar sus esperanzas e imaginara sus sueños.
LAS CLAVES QUE OFRECE MARÍA JOSÉ CELEMÍN EN ESTA INVESTIGACIÓN
María José Celemín ofrece de un modo contrastado y después de haber usado el método científico, y sondeado en los océanos arquetípicos del subconsciente colectivo, claves que verdaderamente dan luz de un modo claro e iluminan el rostro y la verdadera personalidad humana y divina de la Santa.
María José Celemín se sumerge y bucea por los fondos marinos del inconsciente colectivo y nos trae a la superficie varias cajas negras que llevaban desde siempre cerradas por la sociedad patriarcal, de las que muestra el contenido, aportando una contribución esencial para el progreso de las comunidades.
Emitir juicios como "Teresa de Ávila, de adolescente, era una frívola y su padre la tuvo que meter en el convento para que se reformara" es hacerlo, una vez más, desde la perspectiva patriarcal en la que sólo se admite mujeres del tipo "Hestia", que son mujeres que prefieren estar en la casa y cuyos maridos las buscan así porque entienden que una mujer del tipo "Afrodita" es una tentadora y sólo sirve como amante y, en último término, para ser humillada, reducida, sometida y violada.
Desde una perspectiva puramente patriarcal hacer de Teresa sólo una monja, es decir, Hestia, implica permanecer en una visión epidérmica de Teresa y olvidar el aporte de alquimia, el poder transformador y la fuerza para el cambio que consuma relaciones y genera nueva vida de Afrodita.
Teresa se enamoró como mujer de carne y hueso, y su Amado se la presentó como con esa "Sacratísima Humanidad, con la belleza de los cuerpos glorificados". Y la sedujo de la forma más sutil y erótica que una mujer pueda imaginar. "No entendí porqué el Señor se me mostraba poco a poco".
AGRADECIMIENTOS AL CENTRO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS TERESIANOS Y SANJUANISTAS, Cites, UNIVERSIDAD DE LA MÍSTICA DE ÁVILA
Agradecer a D. FRANCISCO JAVIER SANCHO FERMÍN y a la dirección del Cites el haber creado un "Oasis de encuentro de todas las confesiones, credos y vías espirituales, todas con elementos comunes y válidos para llegar al estado de santidad e iluminación", desde el Islam, el budismo, la religión hindú, el Opus Dei y otras órdenes religiosas de varones y mujeres, así como el hecho de dar la oportunidad y poner voz a las muchas y variadas perspectivas que se han ofrecido sobre la Santa.
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