
Violencia machista de médicos y psiquiatras
El suministro malintencionado de psico-fármacos constituye una violación al propio cuerpo de la mujer, a su integridad, a sus emociones, a su psiqué, y a su dignidad
Cuando un médico o un psiquiatra suministra psico-fármacos de forma malintencionada a una mujer introduce sustancias nocivas en su cerebro para dañarle, lo está golpeando con ensañamiento, y, en definitiva, aniquilando su espíritu femenino. Está matando a la diosa.
La violencia machista de médicos y psiquiatras es una realidad en la España actual. Recientemente, he publicado un artículo sobre la diosa "Artemisa", el arquetipo que hace a una mujer perseguir sus sueños en un mundo de hombres, mencionando una entrevista que la revista Cuerpo Mente realizó a Jean Shinoda Bolen.
Shinoda Bolen (ella también es Artemisa) ha sido acertada al afirmar que mujeres como nosotras "desafiamos el estado mental del patriarcado, que viola lo sagrado femenino".
Y es que muchos políticos, jueces, fiscales o medios de comunicación se refieren a la violencia machista sólo en los casos en los que hay resultado de muerte. Sin lugar a duda es una estrategia para no reconocer que los valores que rigen esta sociedad sólo les benefician a ellos y que hay un odio atroz en contra de lo puramente femenino y sensible.
Escribí la novela "El Dios de las Praderas Verdes" escandalizada con la violencia que ejercen médicos y psiquiatras en sus consultas contra las mujeres.
Sí, el terrorismo machista es un estado mental del patriarcado, al que pertenecen médicos y psiquiatras.
El suministro de psico-fármacos por parte de quien desprecia y se burla del dolor de una mujer que acude a su consulta con depresión o ansiedad por la violencia machista constituye una violación al propio cuerpo de la mujer, a su integridad, , a su psiqué, a su dignidad, con unas consecuencias trágicas para su vida.
Cuando un médico o un psiquiatra suministra psico-fármacos de forma malintencionada a una mujer introduce sustancias nocivas en su cerebro para dañarle, lo está golpeando con ensañamiento, y, en definitiva, aniquilando su espíritu femenino. Está matando a la diosa.
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