

La báraka de los olivos
Beautiful Alamedas
La báraka de los olivos
El olivo, de hoja perenne y lento crecimiento, es un símbolo de la sabiduría, por su longevidad, un árbol considerado sagrado en muchas tradiciones espirituales. Jesús oraba en el Monte de los Olivos.
Retomo la página de los musulmanes andaluces para explorar el significado de la palabra "báraka" y entrecomillo con que allí he encontrado:
"Báraka significa salud, abundancia, fecundidad, y prosperidad". "El Corán tiene báraka; sus letras, sus sonidos, su recitación; también lo tienen las mezquitas, los olivos, las palmeras, el agua; algunas fuentes, ríos, lagos, grutas, bosques y montañas".
"Quien, en su progreso espiritual, ha pulido su sensibilidad y agudizado sus sentidos, no sólo recibe la báraka que le rodea, sino que, además, la proyecta, y, tanto vivo, como muerto, su báraka, sigue siendo efectiva, y todo el que lo visita y se acerque a su tumba es penetrado por ella".
"Los niños pequeños, los ancianos, los locos, los inocentes y los bondadosos poseen báraka".
"También tiene báraka el caballo, el gato, los árboles, las plantas".
"Báraka es la magia de algunos lugares, de algunas personas, y percibirla es estar en la Fitra, en el estado de naturaleza primordial".
Confieso que la palabra "Fitrah", la naturaleza primordial del ser humano, me lleva directamente a ese "Dios de las Praderas Verdes", a esos primeros capítulos del libro, donde la superficie del caudaloso río y el carrizal aparecen en estado de magia, como una teofanía, como una manifestación de la divinidad en la Naturaleza y en la bondad del corazón humano; "Deslizándose por aquella canícula, sobre los maizales y el carrizo... Allí estaba Dios.(...) Era el Dios de los Primeros Tiempos, de los Primeros Amaneceres, de los Sueños Posibles y las Utopías Realizables. Era el Dios del Amor, de la Ternura, de la Comprensión, de la Empatía, de lo Verdaderamente Humano...".
Cuando me vienen a la mente estos capítulos, la vida tiene sentido. Es la báraka.
Hace dos meses, plantamos estos dos olivos en el patio grande de Beautiful Alamedas. Colocamos, además, el empedrado con canto rodado de Granada, y la fuente de mármol.
Tomé estas fotos el otro día. Había llovido y quedaba en el ambiente los tonos más intensos que adquieren las cosas cuando aún están húmedas.
En el patio pequeño de Beautiful Alamedas, están escritos esos primeros capítulos de "El Dios de las Praderas Verdes". Es un patio con báraka, para recibir a un viajero que quiera impregnarse de ella.
Ahora, quería honrar la llegada de estos dos olivos al patio grande de Beautiful Alamedas, y espero que, también, bendigan al viajero con toda su sabiduría, bendición y báraka.
María José Celemín