
Derribar a una mujer - prácticas vigentes en el medio rural. Con Noelia Romo, en SER Medina del Campo, el 24 de noviembre, a las 13:00
El espíritu de negatividad y la envidia: causas de la despoblación rural en Castilla y León. Construir el Paraíso en la Tierra, como Teresa de Ávila
Derribar a una mujer en el medio rural sigue siendo una práctica habitual en la España de hoy. Los mismos patrones de conducta que describió Clarín en La Regenta: destruir emocionalmente a una mujer, acabar con su reputación, dañar su imagen pública, eliminar sus logros, ocultar sus méritos, y, en el nivel más agresivo de este terrorismo, están quienes tratan de imputarla en juicio, y en un nivel aún más corrosivo, quienes lo hacen desde un puesto institucional o administrativo.
De esto hablaremos con Noelia Romo el próximo 25 de noviembre. Pues no sólo hay hombres depredadores, sino que, también, hay mujeres machistas que colaboran en esa violencia. Y no sólo hay mujeres que son elegidas como víctimas en una sociedad de patriarcado que, a veces, detesta la compasión y el amor, sino que, también, hay hombres que son objeto de esta violencia por parte de mujeres machistas.
Escribí la novela "El Dios de las Praderas Verdes" porque, siendo una mujer llena de energía, de mente brillante, apasionada y sensible, siempre he sido víctima de perversos-envidiosos, que se han acercado a sustraer aquéllo que ellos y ellas no han tenido; el amor profundo y desinteresado, la empatía, la compasión, la alegría, la energía y la sensibilidad, además de hombres que se han acercado a mí como objeto de deseo, por ser una mujer atractiva, por una parte, y por otra, por ser tener una mente brillante.
"Antes la violencia era física y ahora es sutil ", Marie France Hirigoyen
Este patrón de comportamiento en España es el que teje las redes del día a día y hace imposible la convivencia, la integración, y la prosperidad emocional y económica de millones de mujeres y de hombres. Médicos forman parte del problema, Guardia Civil y fiscales, que miran para otro lado, y jueces, que no están concienciados.
Las consecuencias sociales son palpables, pues la sociedad no se puede beneficiar de esta fuerza creativa, que se podría hacer visible en las construcciones o en los negocios. Las empresas sirven sólo a las necesidades de la gente que sólo vive en la mente, pero no en el corazón.
"El perverso destruye con sonrisas", Marie France Hirigoyen
Ésta es una de las causas de la despoblación rural. Es una causa endógena, que pertenece a una gran parte de la sociedad, con una mentalidad negativa de que las cosas no son posibles en la vida, que envidia a los que prosperan.
Los perversos que quieren poder y no tienen escrúpulos en utilizar a otros, que, para ellos, no son más que objetos. Las víctimas de los perversos son personas que sienten compasión por los otros y que son muy dinámicas. Los perversos no usan a los débiles, y sus víctimas suelen tener una fuerte personalidad e inteligencia, por eso quedan atrapadas en las redes del juego del perverso, que disfruta con la destrucción moral. Las personas buenas, íntegras, compasivas, extravertidas, alegres, sensibles, vitales, dinámicas, brillantes y rebosantes de energía son diana constante de perversos, que sienten una profunda envidia hacia ellas, y que sienten la necesidad de destruirlas.
Mi contribución es haber sobrevivido a este gravísimo estado de cosas, haberme mantenido firme a las agresiones físicas y morales, particulares y de las autoridades; haber prosperado, haber aportado una investigación útil y pionera sobre la mujer, y haber seguido, de forma intensa y apasionada, construyendo y creando belleza, para generar ingresos para mí y para otros.
Esta sociedad me había elegido, como la eligió a Nevenka Fernández y como a tantos millones de mujeres en España, como víctima para ser aniquilada.
He establecido un ejemplo de liderazgo para muchas mujeres, en Castilla y León, para que sepan cómo crear abundancia para ellas mismas, ser creativas, permanecer firmes, prosperar económica y espiritualmente.
He conseguido todo ello con el cultivo de las virtudes, el control del ego, de la mente, la meditación, la oración, la perseverancia, con un espíritu de superación y esfuerzos heroicos, de excelencia, auto-conocimiento, curiosidad por las cosas, amor profundo, la nobleza, todos estos valores que describí en el primer capítulo de "El Dios de las Praderas Verdes".
María José Celemín
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