Concierto 31 de agosto - Festival Tres Culturas Castronuño
Música sanadora en espacios mágicos - Reflexiones
Ecología Profunda y Espiritual en todas sus dimensiones - El Islam Verde - The Green Islam
Pedro Burruezo y su grupo, la Nur Camerata, estarán aquí el próximo 31 de agosto. Este pasado fin de semana han puesto su música en directo en una boda. Una ceremonia que realizaba en un prado y al lado del mar, en la idílica Asturias.
Aún no había visto las fotos y, cuando Pedro me describía el lugar, todo me hacía pensar en una música que viene del interior del alma para ser interpretada y devuelta a su marco natural, la Naturaleza salvaje.
Todo me hacía pensar, mientas me lo describía que, ni Jesús de Nazaret ni el profeta Muhammad, paz y bendiciones sobre ellos, ni los Patriarcas invocaron a Dios en grandes templos ni catedrales, sino que fueron tentados en el Desierto, predicaron en caminos, y oraron en cuevas. En la Naturaleza más pura, donde la arena se mastica y la arboleda ofrece sombra.
Recuerdo la primera vez que escuché uno de los discos de Pedro,
"Multaqa Antigua Contemporánea", precisamente en una caseta de madera que había antes de construir lo que hoy es el obrador de dulces bio y la
eco-tienda, Al-Kauthar. En esa caseta tenía una bici elíptica y, mientras escuchaba la música burrueziana, daba pedales.
Y... hubo un momento en que pasó algo. Mi vida cambió. Mi alma despertó a algo nuevo. Todo en un fragmento de segundo. También sucedió cuando fui a Nueva York y di mi primer paseo por Manhattan.
Me sentí "en casa". En un solo instante.
Todo cambió. ¿De dónde venía aquella música? Una música que, en sólo unos segundos, y de inmediato, me llevó a un Paraíso que esta cultura lleva siglos ocultando. Un Paraíso en el que descubría mi identidad.
Quería hacer estas reflexiones y compartirlas con vosotros, pues hay músicas, situaciones, personas... que son sanadoras y transformadoras. A lo largo de estos años, me he empapado de los cientos de artículos de The Ecologist, la revista de Ecología Profunda, para descubrir que la Naturaleza, en palabras de Burruezo, su director, y de los precursores de la Ecología Profunda, es una teofanía. Una teofanía que yo había descrito, además, en los primeros capítulos de "El Dios de las Praderas Verdes", precisamente, buscando a Dios.
La Naturaleza y la vegetación integrada la arquitectura de
la Alhambra y el Generalife, con materiales sencillos me asombró y fascinó. Me arrobó y me cautivó. Me condujo a ese Islam Verde, this
Green Islam en el que el hombre se integra en la Creación y se somete con humildad a la Voluntad del Creador cinco veces al día siguiendo los rayos del sol. Todo muy lejos de la imagen que ofrecen los medios de comunicación. Un Islam Verde en el que el hombre es califa y guardián del planeta, y forma parte del Universo, y tiene un destino cósmico. Hay un pacto.
A estas alturas ya no dudo de que, en particular,
Al-Kauthar, lo que ahora es la eco-tienda y el obrador de dulces ecológicos, es un espacio que provoca una actitud determinada para el que entra y pisa en él. Es un espacio que infunde un respeto que proviene de lo muy dentro del alma humana, donde mora Dios y reside la dignidad de los hombres. Invita, en cualquier caso, a considerar al ser humano provisto de su parte esencial, que es la sagrada. Y, espero, y ése el fin, remueva, conmocione y transforme el alma, como la mía se despertó cuando escuchó la música de Burruezo.
"Un (aprendiz de) sufi del s. XXI"
Burruezo & Nur Camerata
Pedro Burruezo, voz, guitarra, mondol y percusión
Maia Kanaan, voz y viola
Jordi Ortega, chelo
Robert Santamaría, qanun