FESTIVAL TRES CULTURAS CASTRONUÑO
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UNA MÚSICA DEL PARAÍSO, LA DE MISTICISSSIMUS, DE PEDRO BURRUEZO, CON BURRUEZO, KANAAN, GIBRIL, ROY Y OROBÓN, PARA EL RECITAL "TERESA, AFRODITA, LA AMANTE", en el II Ciclo de Músicas del Mundo "Noches de Al-Kauthar"
Van quedando pocos espacios en el planeta que sean un regocijo para los sentidos. Pero uno de ellos es Al-Kauthar, en Castronuño, Valladolid. Allí, María José Celemín ha construido un pequeño paraíso en la Tierra. Una especie de patio andalusí para que el mundo de lo imaginal se pueble de lo más bello que es de este mundo y de aquél. Allí hemos estado concentrados cuatro días la propia María José Celemín, el clarinetista Carlos Orobón, Wafir S. Gibril, Maia Kanaan, el pianista Mon Roy y un servidor. Para crear juntos un espectáculo dedicado a Santa Teresa de Ávila salpicado con nuestras canciones y músicas.
El resultado fue una velada preciosa en la que Mª José declamó con enjundia un paseo por las moradas teresianas salpimentadas con no pocas músicas y melodías de inspiración sufí, pues, no en vano, las moradas de la monja hunden su más profundo origen en textos sufíes como el de Abd el Qadir el Jilani o Abd Allah Ansari (que hacen referencia a la progresión en el camino espiritual del mûrit o discípulo).
No faltaron el té y las pastitas árabes que con tanta delicadeza sirvieron Latifa y su hermana para deleite de la concurrencia, que asistió envelesada a un acto del todo insólito en la población citada.
Cuatro días intensos de poesía, músicas y conversaciones para llevar un poco de belleza a los corazones, único y lúcido propósito de Mª José en esta vida. Ni qué decir tiene que Wafir volvió a estar "sembrao" y que fue un gran placer tocar con el notabilísimo clarinetista clásico Carlos Orobón, dúctil y transversal.
Un placer, creo, que ha sido mutuo. En fin, mientras algunos músicos darían el alma por actuar en los festivales patrocinados por la industria alcohólica con el peor de los propósitos. nosotros podemos darnos por privilegiados por haber actuado en uno de esos espacios impólutos en los que en sus muros hay una especie de barrera contra el mal gusto y la corrupción del mundo. Que se repita. Os dejos con un par de fotos de esa velada.
PEDRO BURRUEZO
FOTOGRAFÍAS: ALBERTO RICO
No sé si, al escribir Las Moradas y el encuentro final con su Amado, Teresa de Ávila, pudo imaginar en algún momento, que estaría envuelta en una música y canciones inexplicablemente bellas (del álbum Misticisssimus, compuesto por Burruezo) como la que interpretaron el sábado Pedro Burruezo, Maria Kanaan, Josep Ramón, Wafir Gibril y Carlos Orobón. Toda la feminidad de Teresa y lo muy sola que se vio en esa aventura que inició del recorrido espiritual, en el que ella decía que, al avanzar de un estado y subir a otro, no había tenido quien le dijera si lo que la sucedía era lo adecuado, se vio acompañada por la voz angelical y aterciopelada de Maia Kanaan, y contrastada por lo muy viril de las voces masculinas de Burruezo y el Dhirk o invocación del nombre de Dios de Wafir Gibril, que apela a lo más profundo del alma, a lo más auténtico y ancestral de lo que somos como seres humanos y que hemos perdido en la actualidad, siempre recurriendo a buscar soluciones en el exterior y no en nosotros mismos. Los Desposorios Espirituales ("no entendía porque el Señor se iba mostrando poco a poco, de esa forma tan sutil", dijo Teresa, esa mujer que necesitaba enamorarse, seducir y ser seducida) fueron acompañados por esa melodía tan sensual del clarinetista Carlos Orobón, y Ramón Roy, que es magnífico con el piano. Construir un Paraíso en la Tierra fue lo que lograron estos magníficos artistas y pusieron música a un lugar como Al-Kauthar, un intento de reflejar el Paraíso en la Tierra, con fuentes por donde corren los ríos, y verdes frutos que endulzan la vista. Sólo le faltaba a este lugar la música, esta música, para construir, además, el Paraíso dentro de uno mismo.
MARÍA JOSÉ CELEMÍN
FOTOGRAFÍA: ALBERTO RICO
Comentarios
Impresionante la actuación de
Querido Jerónimo,
Una velada absolutamente
María, le decía a Jerónimo
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