Mercado ecológico de Zamora - Delicatessen ecológicas a pie de calle - Un nuevo paradigma
La España de súbdito ha de ser reemplazada por la del "Todo es posible"
A pesar del frío invernal, cientos de viandantes del Paseo de Santa Clara, en concreto, la Plaza de Hacienda, hicieron parada en los puestos del mercado ecológico que todos los terceros sábados de cada mes se dan cita en Zamora, para exhibir la producción local, con criterios de agricultura y ganadería orgánica, y elaboración artesanal y ecológica. Fue el pásado sábado, 16 de noviembre.
Pasear por Zamora es deleitarse con el románico de sus iglesias, que son de cuento de Navidad, pero, a la vez, comprobar que, antiguos edificios de una belleza arquitectónica indiscutible, están vacíos, en pleno centro de la ciudad.
No creo que las razones que campean sobre las cabezas de los pueblos para despoblarse sean diferentes en las ciudades, pues la realidad metal imperante en ambos sitios viene a ser la misma. La gente va a la ciudad a buscar una mejor vida, un mejor trabajo, pero la razón de fondo sigue alimentando el problema de la despoblación y otros.
Por eso, es necesario un nuevo paradigma, un nuevo modo de crear productos y ofertarlos en los mercados. Quiero resistirme a pensar en la idea de que lo ecológico sigue siendo de hippies.
Lo ecológico persigue cultivar hortalizas y frutas sin pesticidas, y elaborar dulces sin aditivos, por ejemplo, puede ayudar, además, a crear un negocio y un medio de vida en el medio rural, pero, ¿por qué no hacerlo, además, con criterios de estética, elegancia, y buscando la excelencia?
De este modo, tratamos, muchos de los expositores que ofrecemos nuestros productos en los diferentes mercados ecológicos de Castilla y León, de presentar nuestros productos con gran estética. En concreto, mis dulces bio gourmet, se han inspirado en los diseños de Martha Stewart o Ralph Lauren.
La idea de la España medio franquista, subvencionada, empobrecida, crónicamente envidiosa, negativa, de mal gusto; la España de la "cultura de súbdito", en la que las élites son las capacitadas para lo público y el pueblo ha de responder con sumisión social, ha de ir siendo reemplazada por otra que, hasta ahora, es desconocida, es decir, una España, una Castilla y León, un medio rural nacido con las premisas de sociedades en las que el "ve a por ello", "todo es posible", y "sí, se puede" son los principios emocionales rectores de la misma, a fin de construir un modelo económico y social próspero y abundante.
María José Celemín