La novela "El Dios de las Praderas Verdes", VOX y los ERE
España sigue respondiendo a la cúltura de súbdito
Una Democracia con actitudes del Antiguo Régimen
La mujer creativa, profunda y con talento en una sociedad brutal
Las grandes sagas familiares de la Restauración en "El Dios de las Praderas Verdes"
El comportamiento machista de un descendiente de las sagas familiares de la sociedad decimonónica vallisoletana es una de las razones que desencadenan la acción y el argumento de la novela "El Dios de las Praderas Verdes".
En boca de Vicente, uno de los protagonistas de la rica galería de personajes que aparecen en esta novela y bisnieto de uno de los caciques más influyentes de aquella sociedad, Germán Gamazo ("Insigne castellano, gloria de España entera, Mano Generosa, Gran Patriota, Padre Amante y Generoso Redentor"), se verbalizan los valores de quien se consideraba superior al conjunto de la población y, por tanto, los más capacitados para gestionar los asuntos públicos. Según Vicente, una familia tradicional estaba sustentada por la madre, cuya ausencia dejaba el hogar más desangelado que la del padre. La madre, según Vicente, debía quedarse en la casa haciendo las labores propias del hogar, mientras que su marido podía tener las amantes que le placiera.
A Victoria, la protagonista de "El Dios de las Praderas Verdes", Vicente, la tilda de "intelectual" y "una de esas mujeres con las que un hombre debe probarse antes de ir al matrimonio", además de "una de esas mujeres inteligentes y brillantes a las que hay que derribar públicamente como un trofeo social". Y así sucede en la novela.Victoria, siendo una niña sensible, tierna, romántica, creativa, con talento, autónoma, valiente, apasionada, profunda, y con un gran espíritu femenino independiente, contrapone todos sus dones en una sociedad brutal, que, no sólo los ignora y rechaza, sino que los aplasta y saquea.
VOX y los ERE se han posicionado - Es el statu quo mental habitual en Castilla y León y España - Nada nuevo
Hace ya diez años que publiqué "El Dios de las Praderas Verdes" y hoy, más que nunca, tiene plena vigencia y sentido hablar de ella. La segunda parte del libro, titulada "Castilla y León, el problema", dedica un pequeño análisis, basado en la tesis doctoral del catedrático de Historia de la Universidad de Valladolid e historiador Pedro Carasa Soto "Las élites castellanas de la Restauración", de las familias que aún controlan el poder económico, político, social, mental y religioso en el Valladolid actual, descendientes de las decimonónicas.
El surgimiento de VOX, a mi juicio, no ha sido negativo, pues no ha hecho más que aclarar el estado de las cosas. VOX pone voz al statu quo mental y habitual en Castilla y León, y me temo, que en España, y no sólo pertenece a VOX, pertenece al subconsciente colectivo castellano-leonés, y me temo que español.
El machismo en Castilla León y en España no se puede analizar como algo compartimentado, pues pertenece a un modo de pensar y proceder en el que aún perviven comportamientos propios de la sociedad del Antiguo Régimen, la caciquil de la Restauración, y el franquista. Aquéllos que entendieron la cosa pública y la relación administración y administrado como una responsabilidad exclusiva y asistencial de quien detenta el poder, aquéllos que continuaron una cultura de súbdito la siguen entendiendo y practicando hoy.
Los comportamientos de sumisión social en el día a día castellano-leonés
La tradicional corrupción de la administración castellano-leonesa
Desde los insultos, el lenguaje abusivo, sádico, despótico, y vejatorio que las inspectoras de Sanidad usan para dar de alta un establecimiento, pasando por el machismo de los médicos, cuyo modo de entender la medicina y la psicología se acaba cuando se trata de relacionarse con la mujer profunda, creativa y con talento, a la corrupción de la administración, que ignora proyectos que no sean referidos a los caballos o a los toros, y que niega subvenciones a propuestas basadas en la intuición, el instinto, y una sabiduría primordial. Toda esta mentalidad funcionarial y limitada, agresiva y violenta con quien no es así,pone de manifiesto que una Democracia no nace de una cultura de súbdito. Y que, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Lo que acaba de pasar con la sentencia de los ERE en Andalucía habla de una sociedad que sigue anclada en estos comportamientos tradicionales de política clientelar y desprecio al instinto femenino ancestral. E igual modo de proceder han demostrado otros partidos en la vida pública y privada.
El espíritu clientelar, la cultura funcionarial y limitada, la corrupción de las administraciones, la tradicional sumisión social, el saqueo a la Naturaleza Instintiva Femenina es lo que hace irrespirable a España. España, sociológicamente, sigue comportándose de la misma manera que hace 200 años, de ahí que siga habiendo fuga de cerebros y sea un sitio en el que sea irrespirable y axfisiante el simple hecho de vivir, y menos emprender. A pesar de 40 años de supuesta y falsa Democracia, España no progresa y no lo hace, porque no ha cambiado la forma de pensar del pueblo español. Crear proyectos que responden a una forma de entender la vida verdaderamente democrática se convierte en un reto y desafío en un lugar que no lo es. Que Dios nos ampare.
María José Celemín